El oxígeno activo, conocido también como peróxido de hidrógeno, es una sustancia utilizada principalmente como desinfectante y agente limpiador. Su uso ha crecido en popularidad debido a que, a diferencia de otros productos como el cloro, no deja residuos tóxicos ni genera subproductos peligrosos para el medio ambiente o la salud. Este compuesto libera oxígeno al entrar en contacto con la materia orgánica, lo que lo convierte en un potente oxidante capaz de descomponer contaminantes y microorganismos.
A menudo, se utiliza en el tratamiento de agua potable, piscinas y spas para eliminar bacterias, virus y otros patógenos. Su capacidad para oxidar rápidamente los compuestos orgánicos lo convierte en una opción ideal para desinfectar y mejorar la calidad del agua. Además, al no generar olores fuertes ni irritar la piel y los ojos, se posiciona como una alternativa mucho más amigable que el cloro tradicional.
¿Cómo funciona el oxígeno activo en la desinfección?
El principio activo del oxígeno activo es la liberación de átomos de oxígeno que, al estar altamente reactivos, actúan oxidando cualquier material orgánico con el que entran en contacto. Esta oxidación rompe las moléculas de los contaminantes, ya sean microorganismos, compuestos químicos o incluso partículas de suciedad. Es por esto que el oxígeno activo no solo elimina gérmenes y bacterias, sino que también es efectivo contra hongos, algas y hasta ciertos metales pesados presentes en el agua.
En nuestra experiencia, el oxígeno activo es especialmente útil en el tratamiento de agua potable, ya que actúa como un potente oxidante capaz de eliminar una amplia gama de contaminantes. Al entrar en contacto con el agua, libera oxígeno puro que ataca directamente a las células de los patógenos, oxidando su estructura y asegurando que el agua sea segura para el consumo humano. A diferencia de otros métodos de desinfección, como el cloro, el oxígeno activo no altera el sabor del agua ni deja residuos que puedan afectar la calidad final del producto.
Además, una de las grandes ventajas que ofrece es que el oxígeno activo es efectivo en diversas condiciones de pH, lo que lo convierte en una opción versátil para diferentes fuentes de agua. Esto significa que se puede aplicar tanto en tratamientos a gran escala como en soluciones más localizadas, garantizando siempre resultados óptimos en cuanto a pureza y calidad del agua.
Aplicaciones del oxígeno activo en el tratamiento de agua
El oxígeno activo es sumamente versátil en el tratamiento de agua, ya sea para uso doméstico o en instalaciones más grandes. A continuación, exploramos dos de sus aplicaciones más comunes:
Oxígeno activo en piscinas y spas
En piscinas y spas, el oxígeno activo ha sido adoptado como una alternativa más segura y efectiva frente al cloro. En lugar de depender de productos químicos agresivos, el oxígeno activo oxida las impurezas y los microorganismos en el agua, manteniéndola limpia y libre de patógenos sin generar residuos tóxicos.
Una de las razones por las cuales esta tecnología es preferida en el ámbito de piscinas es que, a diferencia de otros desinfectantes, el oxígeno activo no deja residuos químicos ni altera el pH del agua de manera significativa, lo que reduce la necesidad de ajustar constantemente sus niveles. Además, su uso disminuye el riesgo de irritación en la piel y ojos, ofreciendo una experiencia más agradable y segura para quienes disfrutan de piscinas y spas.
Uso en el tratamiento de agua potable
En el tratamiento de agua potable, en DVS Aigua aplicamos el oxígeno activo como un desinfectante fundamental. Su capacidad para eliminar bacterias, virus y otros microorganismos lo convierte en una herramienta confiable para garantizar que el agua sea segura para el consumo humano. Además de su alta efectividad, el oxígeno activo no genera compuestos peligrosos tras su uso, por lo que el agua tratada no solo es más limpia, sino también más saludable y sin alteraciones en su sabor.
Gracias a su capacidad de actuar en diversas condiciones de pH, el oxígeno activo es adecuado para diferentes fuentes de agua, lo que nos permite ofrecer soluciones adaptadas a cada tipo de tratamiento, desde sistemas residenciales hasta instalaciones a gran escala. Es una de nuestras alternativas más eficientes para lograr una purificación completa y sostenible.
Entendemos que es un tanto complejo comprender su utilidad y aplicación, por lo que si quieres saber más sobre cómo el oxígeno activo te puede ayudar, ¡contáctanos!
Beneficios del oxígeno activo para el medio ambiente
El oxígeno activo se destaca por ser una opción ecológica y sostenible en el tratamiento de agua. A diferencia de otros desinfectantes, no genera subproductos tóxicos ni residuos peligrosos, lo que lo convierte en una alternativa respetuosa con el medio ambiente. Una vez que ha completado su proceso de oxidación, el oxígeno activo se descompone en oxígeno y agua, minimizando así cualquier impacto negativo en el entorno.
Este compuesto es especialmente adecuado para fuentes de agua que requieren un tratamiento eficaz sin alterar el equilibrio químico del ecosistema. Al no introducir químicos agresivos en el agua, el oxígeno activo permite mantener la pureza natural de los acuíferos y fuentes subterráneas. Además, al no producir olores ni irritaciones, es una opción ideal para aquellos que buscan soluciones más seguras tanto para el medio ambiente como para las personas que utilizan el agua tratada.
Otra de sus ventajas es que puede combinarse con otras tecnologías de purificación para maximizar la eficiencia del tratamiento sin comprometer la calidad ambiental. Su capacidad para actuar en una amplia variedad de condiciones de pH lo convierte en una solución versátil y confiable para diferentes necesidades de desinfección.